jueves, 20 de mayo de 2010

TARTELETAS DE LIMÓN MERENGADO





He estado unos días en mi casa de la Cerdaña francesa, trabajando duro en el jardín y preparándolo para el verano, que está a la vuelta de la esquina. No me imaginaba yo que iba a hacer tanto frío. Las montañas estaban nevadas, pero no los picos lejanos, si no las más cercanas a nuestra casa, los prados verdes cuajados de flores amarillas, servían de tupida alfombra a los potrillos recién nacidos, todo invitaba al relajado paseo, eso si, pertrechados de gruesa ropa de abrigo. Y eso es lo que hacíamos, tras cuatro o cinco horas de remover la tierra, sacar malas hierbas, abonar…nos ibamos a hacer pequeñas caminatas y a disfrutar de la naturaleza.
El domingo nos acercamos al pueblo de Enveitg, para rebuscar entre los objetos que ponían a la venta en el "Vide Grenier", (vacia graneros, de los que ya os he hablado otras veces), la gente pone a la venta aquellas cosas que ya no le son útiles, a precios muy, muy bajos.

Por las noches encendíamos el fuego y nos sentábamos al calor de la lumbre. Una noche vinieron unos amigos a cenar y trajeron de postre: “Petites tartes au citron meringuée”, las encontramos deliciosas.

Al momento decidí que estas tartitas las tenía que intentar hacer, por lo que me he puesto a buscar recetas por Internet y a probar y probar. Este ha sido el resultado, paso a daros la receta y espero os guste.

Ingredientes

Un rulo de pasta de hojaldre o brisa

Una caja de pequeños “vol au vent”

Para la crema de limón:

75 gr. de mantequilla

4 yemas pasadas por un colador

100 gr. de azúcar

Jugo de 2 limones, si no se quiere un sabor fuerte de limón un poco menos

Para el merengue:

4 claras de huevo

Una cucharadita de esencia de limón

Elaboración:

Forrar unos pequeños moldes de silicona con la pasta brisa, pincharlos, poner sobre el fondo un disco de papel de aluminio, y sobre él unos garbanzos, para que guarden la forma, y hornearlos diez minutos a 180º.

Para hacer la crema acercamos al fuego una cazuela y en ella hervimos dos dedos de agua. En un bol de cristal ponemos el zumo de limón y lo introducimos en la cazuela, para cocer al baño María, en ese momento bajamos la temperatura del agua de forma que ésta no llegue a hervir. Echaremos el azúcar al tiempo que con un batidor removemos el contenido del bol, a continuación iremos añadiendo poco a poco la mantequilla, sin dejar de batir, cuando ésta quede disuelta, bajaremos el gas aún más y pausadamente iremos mezclando las yemas, siempre batiendo, así continuaremos unos diez minutos, hasta que la crema obtenida empiece a tomar consistencia,

cuando tenga una consistencia cremosa, la apartaremos del fuego, la volcaremos en un recipiente y enseguida la llevaremos a la nevera.

Al cabo de media hora aproximadamente, la crema estará a punto para rellenar con ella lo que deseemos, una tarta, un brazo de gitano, o unas tarteletas como será nuestro caso.

En el último momento, montaremos las claras a punto de nieve, cuando estén firmes les añadiremos la esencia de limón, batiremos un par de minutos más y ¡listo!

Rellenaremos las tarteletas o vol au vents con la crema de limón, y sobre ella con ayuda de

una manga pastelera colocaremos el merengue.

Hornearemos diez minutos a 180º, si queremos que el merengue quede cremoso. Si preferimos que tenga una consistencia más crecante 20 minutos a 150º . En ambos casos no perder de vista para que las puntas del merengue no se quemen.



Llevaremos de nuevo a la nevera y serviremos fríos.

Nota: Haciendo doble cantidad de crema de limón y siguiendo los mismos pasos se puede hacer una tarta de limón merengado, para un molde de unos 22 cm.

Fuente: De la crema de limón: condelantal.com

lunes, 10 de mayo de 2010

ARROZ A LA RIOJANA



Ya estamos de regreso del Camino de Santiago, otra vez ha sido una experiencia magnífica, hemos hecho 260 Km. cargados con nuestras mochilas, este año empezamos en Roncesvalles y terminamos en Burgos. El tiempo nos ha acompañado y no hemos tenido ningún percance. ¡No se puede pedir más!. Los días han estado llenos de divertidas anécdotas, paisajes preciosos y buenas comidas típicas de los lugares por los que hemos ido pasando. Hemos comido potajes de garbanzos, pochas..., espárragos, patatas a la riojana, carnes buenísimas, cordero asado, codillos, y postres caseros deliciosos. Pero de todos los platos me quedo con uno que tomamos en Santo Domingo de la Calzada. Aunque en el menú estaba anunciado como paella, yo lo he bautizado como Arroz a la Riojana y es de este plato del que hoy os dejo la receta.

Pero antes unas palabras sobre el Camino. Para los que no lo hayáis hecho nunca, os comentaré que una de las cosas más gratificantes, es el trato con los demás peregrinos, con los que normalmente vas coincidiendo durante el Camino, y al terminar de las etapas, de manera que al final parece que todos formemos una familia, en la que todo el mundo está dispuesto a ayudar al que lo necesite, y a compartir lo que haga falta. Hay peregrinos de todas las nacionalidades, este año hemos coincidido con alemanes, franceses, una rusa, cinco sudafricanas, brasileños, cinco coreanos, que cada día para asombro de todos se desayunaban dos docenas de huevos duros, americanos, italianos y muchos españoles, sobre todo vascos y gallegos.

Fotos del Camino

Os recomiendo a todos los que no tengáis problemas para andar que hagáis el Camino, por lo menos una vez, eso si, no en julio y agosto, pues el calor y la gran cantidad de gente lo pueden convertir en una empresa muy dura y agotadora. Tal vez la mejor época sea la primavera, el día es largo, los verdes de los campos de trigo, junto a los amarillos de los campos de colza, y las amapolas de un rojo intenso, son un auténtico regalo para la vista, los picos nevados de las montañas más altas, los ríos que en esta época suelen llevar bastante agua, los amaneceres viendo salir el sol, las nieblas intensas al pasar algunos puertos, los pueblos que van cambiando de estilo a medida que vas avanzando, las iglesias, casonas, cruceros, fuentes...en fin creo que es una muy bonita manera de conocer nuestros paisajes, de desconectar, de aprovechar para con calma pensar en todo aquello que por falta de tiempo hemos pasado por alto durante el año.

Además está el sentido que cada uno le de al Camino, hay quien lo hace por motivos religiosos, hay quien va para dar gracias al santo, otros van para pedir algo, otros como un reto personal, otros para conocer nuestra geografía y supongo que también alguno lo hará para aprovecharse de una forma barata de hacer turismo.

Bueno pues a ver si os animáis, yo en cuanto pueda publicaré en mi otro blog todo lo referente a las once etapas que este año hemos realizado, y ya sólo me queda decir para los que decidáis iniciar este reto:

¡¡¡¡Buen Camino!!!

Y ahora si, vamos con la receta.


Ingredientes para cuatro personas:

4 tazas de arroz

150 gr. de un buen chorizo para cocinar

150 gr. de ternera

150 gr. de lomo veteado

6 Pimientos del piquillo

Alcachofas

Sofrito de tomate, cebolla y ajo

Agua

1 Pastilla de caldo de carne

Sal

Elaboración:

En sartén aparte se hace un buen sofrito que reservaremos.

En una cazuela de barro poner un par de cucharadas de buen aceite de oliva y freír el lomo y la ternera que habremos troceado en daditos, en el último momento añadiremos el chorizo en rodajas, dejar hacer un minuto.

Las alcachofas troceadas las habremos frito a fuego lento, bien escurridas las añadiremos a la cazuela y lo mismo haremos con media docena de pimientos del piquillo (de bote) que también incluiremos cortados a tiras.

Con todos los ingredientes en la cazuela, sólo nos quedará añadir el arroz. En olla aparte tendremos hirviendo el agua con una pastilla de caldo de carne.

Echaremos en la cazuela dos tacitas de caldo por cada una de arroz, o sea ocho, dejaremos cocer a fuego fuerte, poco a poco añadiremos el caldo que el arroz requiera hasta que esté en su punto, el tiempo variará según el fuego. Cuando esté cocido apagar y dejar reposar unos cinco minutos.

Y ya a punto para llevar a la mesa y servir.

Nota: El agua que añadiremos al arroz ha de estar siempre hirviendo, para que no baje la temperatura de la cazuela.

Fuente: Un restaurante de Santo Domingo de la Calzada