viernes, 24 de febrero de 2012

AUJOURD'HUI TARTIFLETTE


Ya hemos regresado del Pirineo, hemos disfrutado de días soleados, claros y brillantes, pero fríos, muy fríos, por lo que apetecían las sopas y platos contundentes cuando regresábamos de


nuestras jornadas de esquí, de los largos paseos con raquetas o simplemente de las caminatas a pié de pueblo en pueblo por senderos en los que el sol ya había fundido la nieve. Ni que decir tiene que un buen vino caliente mientras jugábamos a las cartas era muy celebrado.

Os voy a dejar hoy la receta de un plato contundente, que se suele servir en las estaciones de esquí, sobre todo en las de los Alpes: La Tartiflette.

La tartiflette es un plato típico de la Alta Saboya, se realiza con queso Reblochón, de textura cremosa y un ligero sabor a avellana.

El nombre Tartiflette deriva de "tartifla", nombre con el que se conoce a la patata en arpitano, lengua románica hablada en algunas zonas de Francia, Suiza e Italia. La tartiflette que deriva de una antigua receta conocida como "péla" la lanzaron, en los años ochenta, los productores de este queso para promocionar sus ventas , cosa que lograron con creces, en este momento no hay hogar saboyardo que no se orgullezca de contar entre sus recetas con La Tartiflette.

Ingredientes:


1 Kilo de Patata
200 gr. de panceta ahumada
3 cebolletas
Queso Reblochon. Si no disponemos de este tipo de queso, cualquier otro tipo brie.
2 cucharadas soperas de crema espesa
Vino Apremont, o cualquier blanco en su defecto
Una pizca de mantequilla, aceite, sal y pimienta.

Elaboración:

Cocer las patatas enteras, escurrirlas, no lavarlas, y pelarlas. Partir en rodajas, no gruesas y reservar.

Freír las cebolletas a fuego suave, hasta que estén transparentes, añadirles la panceta y mantener en el fuego algún minuto más. Escurrir someramente y también reservar.

Pincelar con mantequilla el recipiente apto para horno, que vayáis a utilizar.

Colocar en el fondo la mitad de las patatas,

a continuación la mezcla de Cebolleta y panceta. Inmediatamente otra capa de patatas y otra de
la mezcla, regar con la crema de leche y el vino.


Añadir el queso Reblochon. Introducir en el horno que habremos calentado a 200º. Cuando el queso haya fundido nuestro plato está a punto de sacar a la mesa.



Degustar muy caliente. Servir acompañado de una ensalada verde, dado su consistencia, se suele tomar como plato único.

Fuente: Amigos franceses

Nota: Las patatas no cortarlas en trozos muy grandes, no importa se deshagan algo.

miércoles, 15 de febrero de 2012

QUICHE DE ESPARRAGOS



Hoy os dejo una receta sencilla y resultona: la quiche de espárragos.

Ya que los espárragos empiezan a estar en su mejor momento aprovechemos y pongámonos manos a la obra, ¡venga!

¡Ah... por cierto! y antes de empezar, deciros que estaré una semana fuera y sin internet. Me voy a La Cerdaña, a pasar frío, a esquiar, a hacer raquetas y a hacerme con algunos ingredientes que compro en los supermercados franceses y que dado que desde el verano no he estado por allí, están causando baja en mi despensa.

Y ahora si, vamos con la receta:

Ingredientes

300 gr. de espárragos verdes
2cl. de crema de leche
3 huevos50 gr. de parmesano rallado o en escamas.
1 pasta de hojaldre
Sal y pimienta

Elaboración:

Limpiar los espárragos y cortarlos todos a la misma medida.

Mezclar la crema y los huevos, añadirle el parmesano rallado, salpimentar.

Colocar la pasta de hojaldre en un molde de horno que previamente habremos engrasado, pinchar el fondo con un tenedor.

Echar la mezcla sobre la masa de hojaldre .

Colocar encima los espárragos, unos junto a otros o en estrella

Llevar al horno precalentado a 200º por espacio de unos 30 minutos aproximadamente.


Servir tibio.

Fuente:Carnet de Cuisine

Nota: Si se colocan los espárragos capiculados, conseguiremos que en cada porción haya esparrago de la punta y del tronco.

domingo, 5 de febrero de 2012

UNA DULCE CORAZONADA



Ya se, ya se que muchos de los que me leéis pensáis que la Fiesta de San Valentín es una cuestión comercial o que es cursi o yo que se, y la verdad es que razón lleváis, pero a mi me encanta celebrarlo todo, es decir, hacer que algunos días sean diferentes, por eso no dejo de hacer el roscón en Reyes, la mona en Pascua, los panellets para Todos Santos, la calçotada en enero y otras muchas cosas. Por eso ahora estoy sumida en el mundo del corazón, que nada tiene que ver con la Prensa Rosa, ¡ja, ja!.

En otras ocasiones os he mostrado mis galletas, pero nunca había entrado en incluir el "paso a paso" de la elaboración, ya que leído puede resultar más complicado de lo que es en realidad, pero como alglunos me lo habéis pedido, os voy a dejar mi receta y como decorarlas con glasa, vamos allá.

Pero antes dejadme que puntualice, digo "mi" receta y en realidad no es mía, hace un par de años acudí a un curso de una mañana, que impartía Gemma Sanchez de Tartamania.es, en muy pocas horas nos transmitió sus conocimientos en la elaboración de galletas decoradas, por lo que le estoy muy agradecida. Sobre todo, a las que sois de Barcelona o alrededores, os sugiero que paséis por su página y si algún curso de los que imparten os interesa no dudéis en acudir, pues seguro que aprenderéis un montón, eso si, si luego practicáis mucho, ya que cuanto más se practique mejores serán los resultados. Y ahora si:

Ingredientes:

Galletas:
100 g. de azúcar
200 g. de mantequilla
1 huevo
350 g. de harina


1 cucharadita de esencia (a elección)

Glasa
500 g. de azúcar glas
8 cucharadas soperas de clara líquida pasteurizada
20 gotitas de vinagre de manzana (para dar brillo)

Decoración
Perlitas, letras, mini bolitas de chocolate....

Elaboración:


Batir la mantequilla pomada ( si nos hemos olvidado de sacar la mantequilla de la nevera con tiempo suficiente, siempre nos queda rallarla con un rallador) en cuanto nos quede una crema suave irle añadiendo poco a poco el azúcar tamizado, a continuación el huevo ligeramente batido y por último la esencia.

Para terminar y sin dejar de amasar, la harina tamizada que añadiremos poco a poco. Terminar


de amasar, hacer una bola y dividirla en cuatro porciones. Cada una de ellas colocarla algo aplanada entre dos papeles de hornear y con la ayuda de un rodillo aplanarlas a un grosor de 8 mm.


Paremos aquí un momento, si no disponéis de rodillo con aros niveladores, encargar al carpintero dos barillas de madera de unos 40 cm. de largo por 8 mm. de grosor, así, colocadas a ambos


lados de la masa y pasando por encima el rodillo, obtendremos el grueso deseado.

Continuemos. Colocar cuidadosamente las cuatro porciones en la nevera, siempre entre papeles de hornear, por espacio de varias horas, mejor de un día para otro.

Horneado:
Encender el horno a 180º

Sacar de una en una las porciones de masa, volver a pasar el rodillo sobre ellas siempre con las barillas de madera de 8 mm., para mantener el grosor deseado.


Ir dando forma a las galletas ayudados de un cortapastas.

Si alguna vez nos apetece hacer una galleta con una forma de la que no tenemos cortapastas, dibujar en un papel y luego pasar a un cartón o plástico duro, que colocaremos sobre la masa y que cortaremos con ayuda de un cuchillito afilado, es mucho más laborioso, pero queda bien, y nos saca de un apuro.

Colocar en la bandeja de horno, sobre el papel.

Las galletas que hagamos en una hornada, deben ser del mismo tamaño.

Es conveniente ponerse un reloj avisador pues, si nos pasamos un poco, pueden quedar quemadas.

Al ir formando las diversas figuras, nos quedaran retales de masa, que uniremos amasando ligeramente y se vuelven a colocar entre dos papeles de hornear, para pasarles el rodillo, con las barillas para que tengan también un grosor de 8 mm.. He leído que no es conveniente repetir esta operación más de tres veces, porque cada vez la galleta pierde un poco, yo las he probado y no he notado la diferencia, aunque no soy una gran sibarita, no obstante nunca las amaso más de tres veces.

Una vez las galletas fuera del horno, ponerlas con el mismo papel sobre el mármol. Al cabo de unos cinco minutos colocar sobre una rejilla y dejar enfriar, no hay que decorarlas hasta al menos pasadas dos horas.

Si sólo disponemos de una bandeja de horno, antes de colocar la siguiente serie, hay que pasar la bandeja bajo el agua fría y secarla bien, antes de colocarlas.

Una vez utilizados los cortapastas y terminada la cocción de las galletas, los limpiamos con un papel de cocina o trapito humedecido y las colocamos en el horno ya apagado, para que terminen de secarse bien.

Si nos aficionamos a hacer galletas, enseguida nos encontraremos con montones de cortapastas, yo los guardo en una caja unidos en bloques según temas: figuritas de personas, complementos, bebé, niño, niña, Navidad, y unidos con una cinta, eso simplifica a la hora de dar con uno determinado.

La Glasa:

Glasa para escribir:

Unir todos los ingredientes en un recipiente
Batir a la más alta velocidad durante diez minutos, si la batidora eléctrica es manual, cinco minutos si es de pie.

Cuando la glasa alcance la consistencia deseada (se deben formar picos que queden firmes), cubrir inmediatamente la mezcla con film, pegado directamente sobre la glasa y guardarla en un recipiente cerrado para que no entre aire.

Si la glasa queda muy espesa, añadir una cucharadita pequeña de agua y batir durante 1 minuto. Repetir la operación si fuese necesario.

Si la glasa es demasiado fluida, agregar una cucharada de azúcar y batir durante un minuto. Probar la consistencia nuevamente y repetir la operación si fuese preciso

Glasa para rellenar:

A la glasa para escribir se le añade agua a cucharaditas de una en una.

No revolver enérgicamente para evitar la formación de burbujas

Para saber el punto exacto de la glasa fluida pasaremos un tenedor por la superficie y las marcas deberán desaparecer e los 5 segundos. Si no desaparecen, agregar una o media cucharadita de agua, y si desaparecen antes de 5 segundos, añadir más azúcar, ya que la glasa demasiado fluida pierde brillo y grosor porque es absorbida por la galleta.


Después de colorear, con colorantes alimenticios no líquidos, tendremos la glasa a punto. Muy importante: toda la glasa, tanto la teñida como la que no lo está se conserva tapada INMEDIATAMENTE con papel film, pegado a la glasa sin que quede nada de aire en medio.


Tomaremos la mitad de la glasa teñida de cada color y la introduciremos en mangas pasteleras desechables y una vez puestas las boquillas (del 2 ó del 3) estarán a punto de utilizar, con ellas haremos los contornos de las galletas y utilizaremos posteriormente para decorar.


A el resto de las glasas coloreadas les añadiremos agua, como hemos indicado más arriba, las introduciremos en biberones de plástico y ya estarán dispuestas para realizar los rellenos.

A partir de aquí la imaginación de cada uno.


Dejar secar las galletas ya decoradas durante un par de horas. Luego introducirlas cuidadosamente en botes herméticos haciendo capas, entre capa y capa colocaremos papel de cocina, esto nos ayudará a que no se deterioren y a que el papel absorba la humedad que pueda haber. Se conservan durante bastantes días.



Me encanta servirme una taza de café cargado y largo, largo, de esos que duran toda la tarde, mientras encerrada en mi taller y con un fondo de música clásica, me dedico a mis hobbys preferidos y si el café lo acompaño de unas deliciosas galletas, mmm...

Nota: Para empezar no compréis cortadores muy complicados, los más elementales dan muy buenos resultados y os será más sencillo.