viernes, 27 de junio de 2014

MERMELADA DE MANZANA A LA MENTA




Otra vez una receta de mermelada y es que mis cuñadas el otro día me regalaron un libro publicado por Rústika ediciones con más de 200 recetas de conservas, licores, chutneys, confituras, frutas en aguardiente..., la misma noche ya empece a practicar, comencé con esta mermelada que me pareció apetitosa y original.

Me gusta introducir la menta fresca y muy picadita en ensaladas, sopas frías de verano..., y que decir en los mojitos, ¿qué sería de un buen mojito sin la menta?. Combina muy bien con el eneldo, la albahaca y el jengibre. No concibo las Habas a la Catalana sin una buena ramita de menta... Y dicho todo esto añadiré que no abuséis de esta hierba pues según dicen si se toma en cantidad produce insomnio. 

Bueno pues cuando vi esta receta me dije: ésta la pruebo, y no me arrepentí, quedó una mermelada deliciosa. Os transcribo la receta que elaboré tal cual:

Ingredientes:

200 gr. de hojas de menta piperita
1 kilo de manzanas
700 g de azúcar 
1 limón

Elaboración: 

Lavar, pelar y trocear las manzanas. Picar finitas las hojas de menta y rallar la piel del limón. Reunir todo en una cazuela y calentarlo a fuego medio, espumando y removiendo hasta que la manzana se deshaga. Pasar la mezcla por el pasapurés para obtener un puré verde. 


Mezclarlo con el azúcar y el zumo del limón. Poner de nuevo la mezcla al fuego y, cuando rompa a hervir, proseguir la cocción a fuego lento hasta que espese. 


Envasar la mermelada, cerrar los tarros herméticamente y dejarlos enfriar boca abajo.


Luego y eso es lo que más me gusta, etiquetarlos  y adornarlos como os apetezca

Nota: Yo antes de terminar la cocción pasé el minipimer por la mezcla, ya que en casa nos gustan las mermeladas sin tropezones

Fuente: Conservas caseras de Ediciones Rústika.

lunes, 9 de junio de 2014

SÁNDWICH DE MASCARPONE AL AROMA DE CANELA


No se si os pasa a vosotros, a veces hago una receta un montón de veces, luego me olvido totalmente de ella  y al cabo del tiempo me pregunto ¿aquellas galletitas que hacia y que tenían tanto éxito, como eran, eran de canela o de vainilla, que ingredientes llevaban....? En algunas ocasiones soy incapaz de recordar la fórmula  y menos aún de donde la saqué.


Pues esto me ha pasado con estas galletas, que fueron un buen recurso durante un tiempo para acompañar un café, o para servir junto a un helado..., gracias a Dios en esta ocasión me acordé de la fuente, esta receta me la pasó mi amiga Lu y por suerte, ella más previsora que yo, la tenía en su archivo, por lo que esta mañana he podido elaborar la receta.

En realidad es una receta tan, tan sencilla, que en cinco minutos está preparada, sólo es necesario contar con los ingredientes, allá voy:

Ingredientes:

Galletas Napolitanas u otras finas de mantequilla
100 gr.de queso Mascarpone
30 gr. de azúcar
Media cucharadita de café de canela, (no incluir este elemento si las galletas son las Napolitanas que ya lo llevan en su masa)
Unas almendras tostadas picadas (optativo)
Azúcar glas

Elaboración:


Los sándwiches deberán quedar pequeñitos, por ejemplo si las galletas que utilizamos son las Napolitanas las partiremos suavemente por la mitad ayudados de un cuchillo.

Mezclar bien el Mascarpone con el azúcar y en su caso la canela y las almendras, hasta obtener una pasta homogénea, repartirla generosa y homogéneamente sobre una galletita y cubrir con la otra, echar azúcar glas por encima y ¡chan! nuestra obra esta terminada, ¡uf que trabajo!.

Es conveniente servirlas poco después de su elaboración para que no se ablande la galleta, y desde que estén terminadas hasta que se sirvan guardar en la nevera.

Nota: Nosotros podemos elaborar también las galletas, si es así deberemos hacerlas muy finas.



También podemos mezclar al Mascarpone una cucharada de buen cacao, el resultado es igualmente delicioso.

Fuente: Mi amiga Lu

jueves, 5 de junio de 2014

KIWI AL CAVA


Cuando era muy pequeña me encantaba que me explicaran una y otra vez el cuento de Pinocho, todo lo que querían que yo hiciera, decían que lo hacía Pinocho. Si me tenía que lavar los dientes resultaba que Pinocho se los lavaba con un precioso cepillo de dientes de color verde, casualmente como el mío, si hacía muchísimo frío y no me quería poner la bufanda, pues Pinocho iba calentito envuelto en un preciosa bufanda de color rojo como la mía, no me gustaba comer mermelada en el desayuno pero como Pinocho...

Siempre he asociado las mermeladas con Pinocho y aunque sigo sin ser una gran amante de las confituras, me encanta elaborarlas y regalárselas a mis amigos. El otro día mis cuñadas me regalaron un interesante libro de recetas de conservas caseras, por lo que a medida que las vaya haciendo os iré dando nota de las mejores.

Había oído hablar de la mermelada de kiwi al cava hace tiempo y tenía ganas de probarla. En casa siempre tengo kiwis y es que son tantas las propiedades de esta fruta que yo concretamente la tomo a diario. Tiene gran cantidad de vitamina C y E, es rica en potasio, poco calórica, favorece el tránsito intestinal por su gran contenido en fibra, ¿qué más, qué más?, a si, está muy rica.

Bueno pues la otra tarde que me sentí inspirada me atreví con esta confitura, en realidad la hice utilizando más o menos las proporciones fruta/azúcar que suelo utilizar normalmente, añadiendo únicamente limón y cava.

Ingredientes:



1 kilo de kiwis pelados
750 gr de azúcar
El zumo de un limón
Una copa de unos 200 ml de cava

Elaboración: 

Limpiar meticulosamente los tarros de cristal, reservarlos 

Cortar los kiwis pelados a trocitos e introducirlos en una cazuela, añadirles el zumo de un limón y el azúcar.

Llevar al fuego y no dejar de remover, espumar si fuera preciso. Pasados unos diez minutos retirar del fuego 



y utilizar el minipimer para obtener la textura deseada, volver al fuego y seguir removiendo, cuando ya vayamos obteniendo el espesor deseado unos cinco minutos antes de terminar nuestra mermelada añadimos el cava sin dejar de remover


Llenar los tarros con la mermelada obtenida, cerrarlos bien y colocarlos boca a bajo. Dejarlos así unas doce horas para que queden bien sellados. Etiquetar y guardar en lugar fresco.


Nota::Una forma de saber si la mermelada está en su punto es  echar una cucharadita en un plato:  si rueda por el con dificultad nuestra mermelada estará en su punto. No obstante en cuanto al espesor y la textura cada quien tiene sus gustos

Fuente: Improvisando en la cocina