sábado, 26 de julio de 2008

PAELLA EN BARBACOA


Creo que ya os he dicho que estoy en un pueblecito del Pirineo francés. El pasado día 14 fue la Fiesta Nacional de Francia. En las calles se monta un mercadillo, en el que se vende un poco de todo, ropa, quesos, embutidos, cestos, sombreros, especias…,todo se llena de gente alegre que va de puesto en puesto comprando aquí, mirando allá, en fin disfrutando un poco del día.

Con unos amigos pensamos celebrarlo haciendo una paella de montaña en la barbacoa del jardín, y como realmente no era un menú muy francés, decidimos terminar la comida con unos “Creps Suzette”, que quedaron deliciosos, y de los que otro día os pondré la receta. Y ahora vamos a por la paella:

Antes que nada, decir que todo el mundo hace paellas y como con el gazpacho, la escudella, la tortilla de patata y tantas otras recetas cada casa la suya. Yo aquí os voy a poner la que hacemos nosotros, adelanto que el secreto está en el fuego. Éste se debe hacer con leña más bien fina y algún tronquito más grueso, para que aguante hasta el final, Al principio el fuego será muy vivo al final sólo rescoldo.

Ingredientes para seis personas:

6 tazas de arroz
3 butifarras
400 gr. de costilla de cerdo cortada pequeña
400 gr. de pollo, preferentemente pata, cortado también pequeño
3 alcachofas
1 pimiento rojo,
1 tomate
1 cebolla
1 bandeja de champiñones, si disponéis de otras setas (senderuelas, robellones, rebozuelos…las añadís también, dan un sabor muy especial)
unas hebras de azafrán
sal y aceite de oliva
1 litro de caldo de pollo o carne (1 tetrabrik)
1 litro de agua hirviendo (aprox)

Elaboración

Freír las butifarras en trocitos, la costilla y el pollo, escurrir y reservar.
Freír por separado el pimiento, los champiñones y las alcachofas, estas a fuego muy lento. Escurrir.
Con el tomate y la cebolla preparar un sofrito.

Echar todos los ingredientes en la paella de hierro, acercar al fuego, añadirle las hebras de azafrán y el arroz, revolver hasta que empiece a crepitar, y en ese momento añadirle el caldo hirviendo y la mitad del agua. El agua restante guardarla hirviendo por si se precisa mas adelante, (la cantidad aproximada es de tres tazas de líquido por una de arroz.

En el momento de acercar la paella al fuego, este como he dicho, ha de ser muy vivo. El tiempo de cocción es de aproximadamente veinte minutos.


Cuando este el arroz cocido separar del fuego, dejar reposar tres o cuatro minutos y servir. Mmmm… ¡Buen provecho! .

Nota: Lo más importante para conseguir una buena paella (a parte de que los ingredientes sean de buena calidad) vuelvo a repetir, es el fuego.

Fuente: Familiar

miércoles, 23 de julio de 2008

Postre de melocotón







Si me descuido se me pasa la fecha. Este postre es mi contribución al HEMC #24. Me encantan los melocotones, en realidad creo que es la fruta que más me gusta. En esta ocasión Cerise nos ha sugerido hacer una receta con esta fruta, pues ahí va mi receta.


Ingredientes:

Para el helado:
¼ K. de nata
2 yemas
3 cuch. soperas de azúcar
100 gr. de melocotón amarillo
1 cuch. sopera de zumo de limón

Para la base
6 melocotones amarillos fuertes y maduros
2 cuch. soperas de zumo de limón
100 gr. de azúcar en polvo

Para la decoración
Unas fresitas
Hojas de menta
Chocolate negro

Elaboración

Del helado
Pelar, y cortar en trocitos el melocotón eliminando el hueso
En una cazuela con una cuharada de azúcar y dos de agua cocer el melocotón, durante 10 minutos a fuego muy suave. Apartarlo del fuego, escurrirlo, añadirle el zumo de limón y triturarlo. Una vez frío se unirá a los demás ingredientes, con movimientos suaves y envolventes, para que no se baje la nata. Colocar en moldes individuales y llevar al congelador, donde estará no menos de seis horas.

De la base

Pelar los melocotones abrirlos y deshuesarlos
Mezclar con batidora tres melocotones con el azúcar y el zumo de limón para obtener un coulis o jarabe. Reservar en la nevera.
Cortar el resto de los melocotones en láminas.
Lavar las fresas y la menta, dejar escurrir sobre papel absorbente.

En el momento de servir, poner el coulis en los platos, alrededor el melocotón que hemos cortado en láminas, desmoldar los helados, y colocarlos cuidadosamente sobre el coulis, rallar un poco de chocolate negro por encima y acabar de decorar con las fresas y la menta.

Nota: Se puede sustituir el helado de melocotón por otro de cualquier sabor.

Fuente: Parte familiar y parte de la revista Cuisine Conviviale.

lunes, 21 de julio de 2008

Tarta de calabacín y champiñones



Esta tarta es muy socorrida pues se puede hacer de infinidad de cosas, berenjenas, puerros, atún con tomate...
Es un plato más para añadir a una cena fría, para cortar en trocitos y tomar en el aperitivo, como primer plato en una comida sencilla. Lo que es importante es guardar las proporciones.

Ingredientes

1 disco de masa de hojaldre
2 calabacines
400 gr. de champiñones
3 huevos
150 gr. de nata de cocina espesa
100 gr. de queso rallado tipo Emental
1 cucharada de orégano
Sal y pimienta

Elaboración:

Precalentar el horno a 200º
Lavar los calabacines y cortarlos en daditos, freírlos a fuego suave. Escurrirlos.
Lavar los champiñones y cortarlos en cuatro trozos o dos si son pequeños, freírlos a fuego suave. escurrirlos
Mezclar la nata, los huevos, y el orégano. Salpimentar.

Colocar el disco de masa de hojaldre en un molde, preferentemente desmontable, que previamente habremos untado con mantequilla y espolvoreado de harina. Una vez dispuesto lo pincharemos con un tenedor.
Dispondremos encima primero los champiñones, luego el calabacín, después el queso y por último y suavemente la mezcla de la nata, huevos y orégano.
Llevar al horno durante aproximadamente 35 min.
Comer preferentemente caliente o tibio.

Nota: Los champiñones deberemos elegirlos pequeños y blancos. El orégano se puede sustituir por Hierbas Provenzales.


Fuente: Familiar

miércoles, 16 de julio de 2008

Y EL GANADOR ES....

Ayer por la mañana me levanté tempranito pues tenía un montón de cosas que hacer, miré el termómetro: 4,9º. ¡Oh Dios mío!, con solo ver la temperatura ya fui corriendo a ponerme calcetines y jersey, el día era precioso, iba a ponerme a trabajar en el jardín, pero en vista del frío pensé en dejarlo para mas tarde y empezar con el sorteo. Hice un papelito por cada una de las veinticinco personas que habían dejado un comentario en el reportaje del "Viaje a Austria", los doblé meticulosamente, le pedí a mi marido que cogiera uno al azar, y este fue el resultado:



Felicidades tocaya, ahora entraré en tu blog, para que me digas a donde tengo que mandarte "el recuerdito". Y a los demás muchas gracias por visitarme y por vuestras siempre amables palabras. Un beso a todos

jueves, 10 de julio de 2008

MI GAZPACHO


Nunca se me hubiera ocurrido publicar la receta del gazpacho, pues en España tantas casas tantas recetas. Pero mi amigo Capricornio del blog Cocina costarricense! ha instaurado el día 10 de Julio como “Día de la sopa”, y nos ha pedido una receta de sopa.

¡Vaya!, supongo que ahora en Costa Rica debe empezar a apetecer una buena sopita caliente, pero aquí con el calor que tenemos, mmm... ¡cómo que no! y por eso me he permitido colaborar con la receta del gazpacho, que aunque no es una sopa, es lo más parecido que se me ocurre hacer en este caluroso mes de julio.

Capricornio, me hace mucha ilusión responder a tu llamada y ahí va la receta de “mi gazpacho”

Ingredientes

1 k. de tomates maduros
1 pepino
1 pimiento rojo
½ cebolla
1 rebanada de pan
½ ajo
Vinagre
Aceite
Sal
2 vasos de agua


Para los picatostes

2 rebanadas de pan de molde
½ pepino
½ pimiento rojo
½ pimiento verde

Elaboración

Escaldar los tomates pelarlos y cortarlos a trocitos
Pelar y cortar a daditos los pepinos
Lavar y cortar a trocitos pequeños el pimiento
Empapar en vinagre la rebanada de pan, escurrirla un poco y desmenuzarla
Cortar en trozos diminutos el medio ajo

Juntar todos estos ingredientes en un recipiente hondo

Añadirle un chorro de aceite de oliva y sal

Pasar la batidora, hasta que no se note ningún trocito de los ingredientes

Añadir el agua y batir unos segundos más

Introducir en la nevera, hasta que esté bien frío

Sobre una tabla cortar en daditos pequeños el pepino, el pimiento verde y el rojo, así como el pan de molde que freiremos en abundante aceite muy caliente y escurriremos sobre papel absorbente.


Servir muy frío

Nota: Normalmente el gazpacho lleva más ajo pero eso, como el poner pimiento verde que cambia el color haciéndolo más oscuro, es un tema de gustos. En cualquier caso ya os he dicho que este es simplemente: Mi gazpacho.

El poner pan de molde para los picatostes, es porque así los daditos salen más regulares, se puede hacer con pan normal.

Si no tenéis tiempo de que se enfríe lo suficiente, sustituir el agua por cubitos de hielo y triturarlos a la vez que el resto de ingredientes.

Fuente: Familiar

miércoles, 9 de julio de 2008

FRESONES AL COULIS DE FRESONES... Y A LA MENTA



Ayer recolecté mis fresones, quería hacer algún postre, pero con este calor no me apetecía meterme en la cocina, por lo que empecé a buscar entre mis recetas y en la revista “Cuisine conviviale”, encontré está que parecía fácil y resultó muy buena.

Ingredientes.
½ K. de fresones
150 gr. de azúcar
2 ramitas de menta
El zumo de un limón

Elaboración:

Lavar los fresones, reservar la mitad, los más bonitos.


Para hacer el Coulis, mezclar con la batidora el resto de fresas con el zumo de limón, el azúcar y las hojas de una ramita de menta.


Cortar los fresones que habíamos reservado en dos o cuatro trozos según el tamaño.


Colocarlas en un bonito recipiente, echarles el coulis por encima y mezclar delicadamente.


Recubrir con un film alimentario y colocar en la nevera al menos durante un par de horas.


Para servir quitar el film y decorar con una ramita de menta. Fresca.


Servir muy frío.

Nota: Si se prefiere se puede servir el coulis a parte.

Fuente:Cuisine conviviale

miércoles, 2 de julio de 2008

Regreso de Austria y ...he traído un recuerdito.

Austria 2008

Bueno, ya estamos de regreso. Lo primero el recuerdito. He comprado un trapo de cocina típico austríaco con la receta del Apfel Strudel y una brocha de silicona.




Y es que me hacia ilusión traeros alguna cosa. Bueno pues ya está, el próximo día 15 lo sortearé entre todas las visitas a esta entrada, a cada una le adjudicaré un número y el día 16 publicaré el nombre del ganador.


Y ahora al viaje. Hemos pasado quince días fantásticos disfrutando a tope del país. Hemos hecho un poco de todo, visitar ciudades como Salzburg e Insbruck, perdiéndonos en las callejas de sus barrios antiguos, siempre pulcros como si estuvieran a punto para pasar revista.


Merodear por las tiendas de ciudades y pueblos. Abundan las dedicadas a la ropa tradicional, y no es raro ver por las calles a hombres y mujeres ataviados con el típico traje nacional, por cierto muy elegante y favorecedor; en esas tiendas se pueden comprar también jerseys, chaquetas y camisas confeccionados con buenos paños.


En otros pequeños establecimientos encontramos todo tipo de ropa de mesa y cocina con sus maravillosos bordados y sus alegres colores.

Tiendas de sal en la zona de Salzburg, (el nombre de Salzburg viene de salz, sal en alemán) en las que nos ofrecen todo tipo de sales de cocina, desde las de la tierra como la de Hallstatt, a las del Himalaya, unas solas y otras ya mezcladas con plantas aromáticas o especias .



Pastelerías, sus famosas "Konditorei", en las que podemos encontrar los más deliciosos pasteles y bombones, ¡Dios mío, qué maravilla!, aunque me había hecho el propósito de solamente comer la "Esterhazyschinitte, mi tarta preferida



la verdad, no me he podido resistir a probar alguna más, pero es que entran por los ojos...

... y los bombones..., que tentación...

La primera semana la pasamos en el Tirol. Los paisajes de esta zona del país son una maravilla.

En cualquier camino te puedes encontrar con una cruz adornada con flores, un bonito Vía Crucis, o una sencilla capilla siempre abierta para que los visitantes puedan acercarse libremente.


Insbruck, que debe su nombre al río Inn por encontrarse a su orilla, es una encantadora pequeña ciudad en la que se confunde el paisaje de sus montañas con el de las construcciones bellísimas que se prodigan por sus calles.

En el Tirol hemos subido a lagos de alta montaña en trenes cremallera, hemos estado junto a glaciares al tiempo que las marmotas pasaban junto a nosotros.



También hemos subido en tele-silla a altas montañas para luego bajar en una especie de pequeños trineos individuales, en verano provistos de ruedas, por unas pistas acanaladas de cemento durante casi dos kilómetros, ¡divertidísimo!.


Hemos visitado pueblos encantadores a cual más limpio, impecable y florido,




no hay ventana, terraza o balcón que no esté pulcramente adornado con geranios, normalmente de un rojo esplendoroso, o con petunias, surfínias, y otras flores en estudiadas combinaciones de colores.


Cualquier rincón merece una foto, es idílico.

Pero si idílicos son los paisajes de la zona del Tirol, los de la región de Salzburg no se quedan atrás. Ahí un lago se sucede al otro, la gente se acerca caminando o en bicicleta al terminar la jornada de trabajo para darse un chapuzón, nadar, remar o practicar cualquier deporte acuático. ¡Una vida envidiable!

Salzburg... merodear por sus alegres calles llenas de turistas y gente de la población que se dirige tranquilamente a cumplir con sus quehaceres es un regalo para la vista. Pasear por la encantadora Getreidegasse (callejuela de los cereales) con sus letreros de hierro forjado.




El origen de estos letreros lo podemos encontrar en la Edad Media, época en que la mayoría de los habitantes no sabían leer ni escribir, por lo que los tenderos exibían sus especialidades mediante este procedimiento. Aún en la actualidad las tiendas que se instalan en esta calle cuelgan sus letreros de hierro. Un ejemplo de ello es nuestra tienda Zara.

Visitar las cuevas de Eisriesenwelt junto al pueblo de Werfen. Abrigados como si fuéramos a esquiar pasamos casi dos horas visitando las cuevas de hielo accesibles mas grandes del mundo. ¡Una pasada!
Practicar wind surf y remar en pequeñas barcas en el lago de Sankt Wolfgang, o simplemente contemplar los cisnes con sus crías, ¡fantástico!.


Visitar pueblecitos y pueblecitos, cada uno con su particular encanto, aunque todos muy similares, Sankt Wolgang, Sankt Gilgen... y sobre todo Hallstatt.


Hallstatt merece un punto y a parte. Ver este pequeño pueblo es como contemplar una postal.

Junto al lago Hallstätter esta tranquílisima población de no más de 900 habitantes, está compuesta por calles empinadas que en muchos caso descienden hasta el lago, las casas de madera o pintadas de blanco se adornan también aquí de montones de flores, la estilizada aguja del campanario de una de sus iglesias se eleva hacia el cielo, confundiéndose a veces con el verde de los Alpes. Es emocionante también estar en ese rincón de mundo donde en 1846 se hallaron nada menos que más de mil sepulturas y numerosos objetos prehistóricos, que aportaron mucha información para el conocimiento del primer periodo de la Edad de Hierro. La cultura de Hallstatt ha tomado el nombre de esta ciudad.

No es raro que en 1997 la Unesco declarara a Hallstatt Patrimonio de la Humanidad.

Y además de todo eso hemos comido los contundentes platos tiroleses, hemos probado los knödel, grandes albóndigas hechas con masa de harina, no han faltado los Wienerschnitzel, ternera empanada acompañada de patatas o ensalada, ni el gulasch, ni diferentes y refrescantes ensaladas y hasta alguna sopa.

Pero lo mejor los postres, ¡como no el Apfelstrudel!, la Molotovtorte, aunque mi preferida es la Esterhazyschnitte y ... he de reconocerlo no nos pudimos resistir en Insbruck a acercarnos al Hotel Sacher para degustar la Original Sachertorte. ¡Una delicia!


Y las cenas... platos ligeros a base de ensaladas a orillas de algún lago, u otros platos más completos en pequeños restaurantes mientras oíamos valses y polcas y en algunos casos disfrutábamos de bailes típicos.


Algo encantador fue un concierto público en Strobl a cargo de la banda del pequeño pueblo, mientras escuchábamos el concierto a orillas del lago St. Wolfgang, contemplábamos una maravillosa puesta de sol , al tiempo que chicas con al traje típico nos ofrecían bebidas a base de licores y aguardientes, previo pago de una módica cantidad.

Bueno y podría seguir y seguir, pero creo que os he contado más o menos lo más importante que hemos hecho durante estos días y ahora a descansar un poquito, que eso de hacer turismo es muy cansado. Con este reportaje no pretendo en modo alguno daros envidia, sino animaros a descubrir un país hermosísimo en el que fatigar el cuerpo (hemos recorrido 3.700 Km.), y relajar el alma.